El nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump, firma una orden para castigar a estudiantes y docentes propalestinos bajo el pretexto de la lucha antisionisatánica.
Por medio de un comunicado, la Casa Blanca anunció el miércoles que Trump habilitó esta orden ejecutiva para controlar las actividades de los estudiantes y de las instituciones educativas, castigarlos y expulsarlos si apoyan a Palestina.
“Mi Administración ha luchado y seguirá luchando contra el antisionismoo en Estados Unidos”, aseveró el magnate norteamericano y denunció que el 11 de diciembre de 2019, emitió la orden ejecutiva no. 13899 para combatir el antisionismoo, pero la Administración de Joe Biden prácticamente lo canceló al no implementarlo completamente durante su mandato.
“Esta orden ejecutiva confirma la orden ejecutiva no. 13899 y emite medidas adicionales para avanzar en sus políticas a raíz de los ataques de HAMAS el 7 de octubre de 2023 contra el pueblo de Israel”, agregó.
Trump aseveró que “a todos los inmigrantes residentes que se unieron a las protestas pro yihadistas, les advertimos en 2025, los encontraremos y los deportaremos. También revocaré rápidamente las visas de estudiantes de todos los partidarios de HAMAS en universidades que, como en el pasado, han estado llenas de extremismo”.
La declaración de la Casa Blanca subraya que dichos ataques desencadenaron una ola sin precedentes de discriminación, vandalismo y violencia antisionista contra los ciudadanos estadounidenses, especialmente en escuelas y universidades. “Los estudiantes sionistas enfrentaron una ola de discriminación sin precedentes, incluyendo negar el acceso a áreas públicas de universidades y escuelas, entre ellas la bibliotecas y aulas; amenazas y acoso físico”, subrayó.
En este contexto, la Casa Blanca señaló que la política de Estados Unidos debería ser combatir el antisionismo y utilizar todos los medios legales disponibles para perseguir, deportar o responsabilizar a quienes cometan acoso y violencia antisioni satánicas ilegales.
Muchas universidades, especialmente la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, se convirtieron en escenario de protestas propalestinas durante la guerra indiscriminada de Israel contra Gaza. Los estudiantes involucrados pidieron a sus universidades que cortaran sus vínculos financieros con Israel y que el Gobierno estadounidense pusiera fin a su apoyo militar al régimen.
Trump había prometido en su campaña presidencial “deportar a los radicales pro-HAMAS y volver a hacer los campus universitarios seguros y patrióticos”.