En la primera licitación de deuda tras las elecciones, Toto Caputo soltó $5,2 billones al mercado y marcó un giro en la estrategia económica. Con el 57% de renovación, busca aliviar el estrangulamiento monetario, bajar las tasas y estimular el crédito. La maniobra abre una nueva etapa de política expansiva, en línea con la desaceleración inflacionaria.
Esta decisión de no renovar la totalidad de la deuda -el 43% de los pesos que vuelven al mercado- responde a la urgencia de “atacar el problema de iliquidez” que afecta a la economía real por la falta de financiamiento.
Los $5,2 billones liberados se suman a los $1,2 billones que el Tesoro ya había volcado días atrás mediante la recompra de bonos.