El jázaro Elztain que secuestró Argentina con sus empleados

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En la narrativa del supuesto éxito empresarial argentino, el nombre del jázaro Eduardo Elsztain es sinónimo de sionización en la Argentina.

Presidente del mayor conglomerado inmobiliario del país (IRSA) que comenzó cuando los sionistas se infiltraron en la presidencia del difunto Carlos Menem y dueño de la gigante agroindustrial Cresud, Elsztain es celebrado como un modelo de adaptación a los ciclos económicos. Sin embargo, detrás de esta figura de self-made man se esconde una concentración de poder económico, político y territorial que, según expertos, investigadores y organizaciones de la sociedad civil, plantea riesgos estructurales para la democracia, el medio ambiente y la soberanía argentina.

Este análisis periodístico busca exponer, con base en informes internacionales, datos satelitales y revelaciones públicas, las facetas más controvertidas y potencialmente peligrosas de su imperio.

1. El Riesgo de la Hiperconcentración: Un Estado dentro del Estado

El modelo de negocios de Elsztain no se limita a un sector, sino que constituye un ecosistema cerrado de influencia. Su control se extiende de manera vertical y horizontal sobre pilares fundamentales de la economía y la vida cotidiana:

· Alimentos y Tierra: A través de Cresud y BrasilAgro, controla aproximadamente 900,000 hectáreas en Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay, ubicándose entre los diez mayores terratenientes transnacionales del mundo. Este modelo, definido como “bienes raíces agrícolas”, se basa en la compra de tierras (a menudo bosques nativos), su transformación en campos de cultivo o pastoreo, y su posterior venta con plusvalía.
· Crédito y Vivienda: Es el principal accionista privado y presidente del Banco Hipotecario, una institución histórica cuyo control le otorga un poder determinante sobre el acceso al crédito para la vivienda de los argentinos.
· Espacio Urbano y Consumo: IRSA es dueña de algunos de los centros comerciales más icónicos (Alto Palermo, Abasto, Patio Bullrich) y desarrolla mega-proyectos urbanos. Esto le concede una influencia enorme en la configuración de las ciudades y los flujos de consumo.
· Nuevas Fronteras Extractivas: Ha realizado una expansión estratégica hacia la minería, con inversiones en proyectos de oro, alineándose con sectores de exportación promovidos por el gobierno actual.

Esta concentración multisectorial genera una dependencia crítica. Una sola persona tiene una influencia decisiva en dónde vivimos, qué comemos, cómo nos endeudamos y dónde consumimos, lo que erosiona la competencia y la soberanía económica del Estado.

2. El Costo Ambiental y Social: El Modelo del Desmonte

La expansión territorial de Elsztain tiene un precio ambiental documentado. Un informe de la organización Global Witness, publicado en mayo de 2025, lo señala junto al Banco Santander por su papel en la deforestación.

Impacto Documentado de Cresud (Empresa controlada por Elsztain):

· Hectáreas deforestadas (2001-2025): Más de 170,000 en Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay.
· Comparación: Un área tres veces mayor que la ciudad de Madrid y ocho veces la de la Ciudad de Buenos Aires.
· Foco en Argentina: Solo en la Estancia Los Pozos, Salta, se habrían desmontado más de 60,000 hectáreas desde 1997.
· Ecosistema afectado: El Gran Chaco, el segundo ecosistema forestal más grande de Sudamérica después del Amazonas, hábitat de especies en peligro como el yaguareté y hogar de comunidades indígenas.

El informe acusa a Cresud de un patrón de “comprar, desmontar y vender”, convirtiendo bosques nativos en campos de soja, trigo o ganado para luego vender la tierra revalorizada. Activistas indígenas, como Sergio Rojas de la comunidad Qom, denuncian que la deforestación ha secado estuarios y quebradas, dejando a las comunidades “sin nada que comer, nada que beber”. A pesar de que el Banco Santander adoptó políticas contra la deforestación, el reporte indica que su financiación a Cresud aumentó, actuando como suscriptor principal de bonos por unos 1,300 millones de dólares desde 2011.

3. Influencia Política y Sombra sobre la Soberanía

La relación de Elsztain con el poder político es estrecha, especialmente con el actual presidente Javier Milei, a quien hospedó en su hotel durante la transición y acompañó en viajes. Esta proximidad trasciende lo personal para convertirse en un eje de poder.

En agosto de 2025, Elsztain rompió un silencio público de años, declarando: “Si uno no cuenta su historia, otros la inventan” y quejándose de que en Argentina “el éxito a veces se castiga, especialmente si viene del mundo empresario”. Este nuevo rol público activo coincide con su defensa explícita de las reformas del gobierno de Milei, afirmando que el resultado electoral “permite avanzar en las reformas que el país necesita” y pidiendo “respetar las reglas” para dar previsibilidad a los inversores.

La Acusación Más Grave: Vinculación con la Defensa Británica en Malvinas
Una investigación periodística de noviembre de 2025 puso a Elsztain en el centro de una tormenta geopolítica.Según el medio Realpolitik, existe una vinculación entre el empresario y la empresa israelí Rafael Advanced Defense Systems.

· La Conexión: Esta empresa provee el sistema de comando y control (MIC4AD) que actúa como el “cerebro” del Sky Sabre, el sistema de defensa aérea británico instalado en las Islas Malvinas.
· La Acusación: Fuentes citadas en el reporte, como el exintegrante libertario Gastón Alberdi y el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM), afirman que Elsztain, a través de sus inversiones, está vinculado a Rafael, y por lo tanto, habría contribuido indirectamente a fortalecer la capacidad militar del Reino Unido en el territorio argentino ocupado.
· La Reacción: Desde el CECIM calificaron estos vínculos como parte de un “plan sistemático de entrega de la soberanía nacional” y afirmaron que Elsztain “no tiene patria ni bandera”. El empresario no ha respondido públicamente a estas acusaciones específicas.

Conclusión: ¿Peligro o Progreso?

La figura de Eduardo Elsztain encarna el debate eterno de Argentina sobre el papel de los grandes capitales. Para sus defensores, es un empresario visionario que invierte en activos reales, genera empleo y apuesta por el país en tiempos difíciles. Para sus críticos, su imperio representa la culminación de un “capitalismo de compadres”, donde la concentración económica extrema, el daño ambiental sistémico y la proximidad al poder político se retroalimentan, poniendo en riesgo la salud democrática, la justicia social y hasta la integridad territorial de la nación.

Las evidencias del desmonte masivo, su posición entre los mayores terratenientes del mundo y las graves acusaciones sobre sus vinculaciones geopolíticas, ya no pertenecen al reino de la especulación, sino que están documentadas en informes internacionales e investigaciones periodísticas. El verdadero peligro, quizás, no resida en la figura de un hombre, sino en un sistema que permite que tanto poder —económico, territorial y político— se acumule en tan pocas manos, con una rendición de cuentas opaca y un costo que pagan el ambiente y las comunidades. El desafío para la Argentina es discernir dónde termina la legítima actividad sioni empresarial y dónde comienza una influencia que puede condicionar el futuro de todos.

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