Desafios de Saenz y Camacho para conducir la nueva etapa de gestión provincial.
La combinación de recesión, fragmentación política provincial y un gabinete que busca recomponerse define el clima con el que deberán encarar un nuevo año que no se presenta sencillo.
La provincia ya perdió 6.500 empleos formales en 2025 y más de 10.000 desde fines de 2023. El comercio, la gastronomía, el turismo y la construcción exhiben pérdidas consecutivas y la recaudación no compensa la inflación.
Se agrava porque el gobierno nacional no tiene un plan económico. Milei está preso de una lógica occidental autodestructiva. Desde el norte con el apoyo de Trump patrocinan la especulación financiera y el narco consumo como ordenador social. Mientras Argentina no salga de los derivados financieros con tasas de usura para contribuir al crecimiento de las empresas que fabrican armas en EE.UU que luego se reciclan en todas las guerras que patrocina occidente no tendrá salida.
Los gobernadores deben tener presente esta realidad para intimar al gobierno de Milei a desarrollar un plan económico para abandonar la especulación financiera.
Salta deberá administrar un presupuesto que ronda los cuatro billones de pesos, pero con la presión de intendentes por fondos que la Nación ya no envía, un retroceso en obra pública y un sistema de salud y educación “en estado de contingencia”, según informes oficiales.
Gustavo Saenz y Sergio Camacho en un dificil desafio.
El gobernador salteño debió recurrir al ingeniero civil que ocupó diversos cargos en la gestión pública. Fue Ministro de la Producción de Salta, interventor del Teleférico, coordinador de las Secretarías de Turismo y de Desarrollo Social y coordinador general durante la intervención de la municipalidad de Tartagal.
Estuvo a cargo de la cartera de Infraestructura, hoy subsumido al nuevo organigrama de gestión. Camacho como jefe de Gabinete tendrá el desafío de conducir a buen puerto la Provincia de Salta con todo el respaldo político de Saenz.
En la actividad privada estuvo vinculado a la elaboración de proyectos, dirección, construcción y asesoramiento en obras de ingeniería y arquitectura. Con la llegada de Sáenz al poder, se transformó en uno de los operadores políticos más importantes del oficialismo, lo que lo lleva a administrar la relación con intendentes, legisladores y sectores del peronismo local.
Es uno de los funcionarios más cercanos al gobernador y actúa como puente entre el Poder Ejecutivo y la estructura política provincial debido a su amplia experiencia y conocimiento territorial. Su figura es la “espada política” del saencismo en la proyección nacional del gobernador de Salta.
